El texto de esta semana nos invita a alegrarnos y cantar porque Dios, que está en medio de su pueblo, es grande.
El monte de Sion era muy especial, porque allí estaba el Templo. Por eso era el centro de la vida religiosa en la época del Antiguo Testamento. Para los cristianos simboliza la presencia de Dios en la Tierra y también la ciudad celestial que nos espera a los creyentes.
Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.
Isaías 12:6